Cuando alguien busca un piso para comprar, quieren imaginarse viviendo allí. La casa tiene que tener buen aspecto, vender una casa no puede ser deshacerse de ella, sino darle una nueva vida para los nuevos habitantes. Por eso no debes pensar en venderla rápido, ni de cualquier manera, piensa en como la verías si fueras tú quien la fuese a comprar. Arregla aquello que no funcione, y sobre todo, vístela adecuadamente para conocer a sus nuevos habitantes.